Después de ocho años vuelvo a NY una ciudad que adoro en la que vivi tres años y en la que siempre he sido muy feliz. Nunca me ha decepcionado y siempre por una extraña razón me he sentido como si perteneciera a ella desde mi nacimiento. Adoro sus gentes y sus calles llenas de rincones por descubrir. Así es, NY enamora a cualquier amante de lo urbano, el arte y la cultura sin discriminar a uno solo.
Un lugar en el east village llamado Max fish y buenos momentos de diversion con los amigos.
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